La cultura popular representa a una gota de lluvia con forma de una lágrima. En realidad, las gotas de lluvia no se asemejan mucho a una lágrima (excepto cuando se estrellan al caer sobre una ventana). Todo mundo, las agencias de publicidad y los ilustradores de libros para niños representan a las gotas de lluvia en forma de lágrimas.
Las gotas de lluvia pequeñas (con un radio de <1 milímetro [mm]) son esféricas; las mas grandes asumen una forma como de un pan de hamburguesas. Cuando se agrandan a más de un radio de 4.5 mm, se dístorsionan rápidamente a una forma como un paracaídas con un tubo de agua alrededor de la base -- y entonces se esparcen en gotas más pequeñás.
Este cambio singular es el resultado de la tensión de dos fuerzas: la tensión superficial del agua y la presión del aire que empuja la base de la gota hacia arriba a medida que ésta va cayendo. Cuando la gota es pequeña, la tensión superficial gana y hace que la gota tome forma de una esfera. Al incrementar el tamaño de la gota, la velocidad con la que cae aumenta, y la presión en la base que empuja hacia arriba también aumenta, resultando en que la gota se aplane y se le forme una depresión. Finalmente, cuando el radio excede más de 4 mm, la depresión aumenta y forma una bolsa con un anillo de agua en la parte superior y posteriormente de esta gota grande se forman varias más pequeñas.
(Esta información fue obtenida de: Bad Rain, de Alistair B. Fraser, Profesor de Metereología, Universidad del Estado de Pennsylvania.)