El agua que la gente usa diariamente procede tanto del agua superficial (río, lago, etc.) como de fuentes subterráneas (un pozo o un manantial). En el año 2000, cerca del 21 por ciento de las extracciones de agua correspondieron a fuentes subterráneos y alrededor del 79 por ciento correspondió a agua superficial.
Usted puede pensar que 21 por ciento no es mucha cantidad de agua, sin embargo el agua subterránea es muy necesaria para múltiples usos. Dentro de las diferentes categorías del uso del agua, el agua subterránea juega un papel muy importante. Por ejemplo, para los 45 millones de americanos que obtuvieron su suministro de agua privadamente durante 2000, cerca del 99 por ciento usaron agua subterránea.
A propósito, no es cierto que los origenes de nuestra agua subterránea sean ríos que fluyen abajo de la tierra -- excepto en el caso de cavernas de piedra caliza. Este tipo de cavernas sí pueden tener ríos subterráneos.