Nada más porque usted tiene un pozo de agua subterránea que le suministra bastante agua, ésto no significa que usted deba beberla. Debido a que el agua es un excelente solvente puede contener muchos químicos disueltos. Debido a que el agua subterránea se mueve a través de las rocas y la tierra del subsuelo, puede muy fácilmente disolver substancias durante este movimiento. Por ésta razón, el agua subterránea muy frecuentemente puede contener más substancias que las que contiene el agua superficial.
Aún cuando la tierra es un excelente sistema que filtra partículas tales como hojas, abono e insectos, pueden encontrarse elementos químicos disueltos y gases en grandes concentraciones en el agua subterránea y causar problemas. El agua subterránea puede contaminarse con elementos químicos industriales, domésticos y de la agricultura que se encuentran en la superficie. Esto incluye elementos químicos tales como plaguicidas y herbicidas que muchos dueños de casas usan en sus jardines.
La contaminación del agua subterránea por la sal de los caminos es también un problema importante en climas fríos. La sal se esparce en caminos para derretir el hielo y ya que ésta es muy soluble en el agua, el exceso de sodio y cloruro son fácilmente transportados por el agua terrestre. El problema más común de la calidad del agua en los suministros de las áreas rurales es la contaminación bacteriana de los pozos sépticos, que son usados muy frecuentemente en estos lugares, ya que no cuentan con sistemas de drenaje. Efluentes (rebasamientos y derrames) de un tanque séptico pueden colarse (filtrarse) hacia abajo a la capa freática y posiblemente llegar hasta el pozo de algún vecino. Igual a como ocurre con los suministros de agua urbana, es necesario agregar cloro al agua para matar posible bacteria peligrosa.
Información de esta página viene del panfleto: Waller, Roger M., Agua Subterránea y el Dueño de Casa Rural ("Ground Water and the Rural Homeowner", U.S. Geolgoical Survey, 1982